RESUMO
Objetivo: Conocer la implantación de los sistemas de infusión subcutánea continua de insulina (ISCI) en la Comunidad de Madrid (CM) y observar la evolución desde que dichos sistemas son cubiertos por los Servicios Públicos de Salud (SPS). Método: Estudio transversal descriptivo mediante encuesta enviada por correo electrónico a los médicos responsables de la utilización de los sistemas ISCI de los Servicios de Endocrinologíao Pediatría en cada Área Sanitaria (AS) de la CM entre 2004-2005. Resultados: Todos los representantes de las AS madrileñas remitieron el cuestionario contestado: 11 Áreas de Salud con su hospital de referencia y 2 centros hospitalarios que no tienen AS propia. En una de las Áreas, se han considerado por separado las respuestas de pediatría y de adultos, por lo que en total fueron 14 los encuestados. En el año 2004 había 109 dispositivos ISCI seguidos en nuestra Comunidad, y 213 en el 2005. Actualmente esla gerencia de cada Centro Hospitalario (CH) quien soporta el 72% del gasto subyacente a los sistemas ISCI. En 5 CH se abona la bomba de insulina y el fungible a pacientes diabéticos de otras AS de la Comunidad, pero no es así si los pacientes pertenecen a otra Comunidad Autónoma. El número de médicos involucrados en el año 2005 ascendía a 24 (20 endocrinólogos y 4 pediatras). Sólo en una de las AS se ha logrado un nuevo endocrinólogo en la plantilla y no ha habido aumentos en el personal de enfermería. En 10 de los 13 CH el fungible de los sistemas ISCI es dispensado por el propio Servicio de Endocrinología. Sólo 1 de ellos está dotado de hospital de día, teléfono de 24 horas, personal de enfermería educador, lugar específico y remuneración por ese concepto, mientrasque 2 CH no disponen de ninguno de estos requisitos. Siete de los 14 encuestados creen que debería existir un "Comité de Endocrinólogos" que marcase las pautas a seguir en materia de sistemas ISCI. Sin embargo, sólo 3 creen que "ese Comité" debería tener capacidad ejecutiva para acreditar o no a los distintos centros en materia de bombas de infusión. En 4 de los 13 CH no existe aún un protocolo de aplicación y seguimiento de ISCI. Conclusión: La dispensación de sistemas ISCI es poco homogénea entre las diferentes AS de la CM. Este hecho probablemente sea debido a diferencias en las infraestructuras de los CH, y en la capacitación y motivación de los profesionales involucrados
Objective: To assess the implementation of continuous subcutaneous insulin infusion (ISCI) in the Madrid Autonomous Community (MAC) and to evaluate the evolution since the coverage by the Public Health System. Methods: Descriptive cross-sectional study using questionnaires sending by e-mail to the physicians responsible for CSII therapy in Departments of Endocrinology or Pediatrics in each Heath Area of MAC between 2004-2005. Results: All the contacted physicians sent back the questionnaires: 11 health areas with a reference hospital, 2 centers without a self health area and two centers of pediatrics or endocrinology from the same area, making a total of 14 centers to be evaluated. During 2004, 109 devices were followed in MAC, increasing to 213 in 2005. Nowadays, each management center sustained at least 72% of the expenses related to CSII therapy. In 5 centers, pump and fungible material were covered for diabetic patients coming from other health areas but no from other autonomous communities. In 2005, 24 health personnel (20 endocrinologists and 4 pediatricians) were involved in the therapy. Only one center incorporated a new staff physician but no changes occurred in the number of diabetic educators. In 10 centers, fungible material are dispensed by the endocrinology department. Finally, only one center had a day-care clinic, 24 h assistance phone, diabetes educator, an appropriate area for therapy and a budget for CSII therapy. Two centers didnt have any of the above requirements. Seven of 14 interviewed physicians suggest that a committee of endocrinologists will be necessary to establish the rules for CSII. However, only 3 were in accordance to give executive faculties to the committee to give accreditation for CSII therapy. Finally, in 4 out of 13 centers there are still no pump therapy protocols and followup. Conclusions: The implementation of CSII therapy is no homogeneous between different health areas of MAC. This fact is probably due to differences in the resources and personal motivated enough with pump therapy
